3. Muchas veces me he preocupado por darte todo, muchas
veces he querido darte muestras de lo mucho que te quiero
prodigándote de todo lo material, incluso más allá de lo que
te es indispensable para vivir. Para mi siempre ha sido un
gusto comprarte ropa, y más aún si es de la mejor marca,
pues busco que vistas bien.
Tú eres parte de mi preocupación por tener una buena casa,
por tener lo suficiente para comer, y por darte los mejores
estudios. A veces me preocupo tanto que me enojo cuando
no comes bien, cuando no tienes un buen aprovechamiento
en la escuela o cuando siento que no sabes valorar lo que te
doy.
4. Para ti busco la mejor escuela, te compro los juguetes de moda y te
doy el celular más moderno para que presumas y “nadie te haga
sentirte menos”. Muchas veces me molesto porque los demás te
gritan, porque tus compañeros te pegan o se burlan de ti y, en mi
necesidad de evitarlo, te exijo que te desquites y te digo que no
seas tonto, que no te dejes y te educo para desarrollar esa actitud
vengativa y rebelde que pronto le dirá a tu corazón “no te dejes y si
te pegan, pega”. Con mi forma de proceder te induzco a pensar que
todo es fácil, contribuyo para crearte una baja tolerancia a la
frustración, incido para que no reconozcas a la autoridad y estas en
vías de convertirte en un niño exigente, intolerante y rebelde.
5. Si, he buscado la manera de darte todo lo material, sin
embargo, no siempre te doy todo lo verdaderamente
importante para ser feliz y eso que no te doy se llama amor.
Pero no el amor que uso para consentirte, sobreprotegerte,
mimarte y pasar por alto tus caprichos, tus berrinches, tus
excesos y tus faltas de respeto; no el amor que te
incapacita y te hace independiente, sino el amor que te
motive, te nutra y te ponga limites; el amor que te permita
sentirte aceptado pero que corrija las conductas negativas
que ya aprendiste; el amor de seguridad y confianza; el
amor que te evite incurrir en conductas destructivas,
agresivas, abusivas y burlonas para sentirte superior a los
demás, porque en el fondo te sientes menos. El amor que
surge de la alegría de vivir.
6. Perdóname por no haber sabido educarte con ese amor que
hoy me permite ponerme a tu estatura, tomarte por los
hombros, verte a los ojos y decirte: “HIJO TE AMO Y
PORQUE TE AMO NO PUEDO PERMITIR QUE OFENDAS
A NADIE”.
SI LO PERMITO ENTONCES MUCHOS TRATARÁN DE
LASTIMARTE Y NO ENCONTRARÁS EN TU CORAZÓN
LA FORTALEZA PARA EVITARLO Y ES QUE “ MI
FUNCIÓN COMO PADRE NO ES SOLO DARTE LOS
RECURSOS NECESARIOS PARA VIVIR, SINO TAMBIÉN
LA DE ENSEÑARTE A AMAR A LA VIDA”.
7. Perdóname por no haber sabido educarte con ese amor que
hoy me permite ponerme a tu estatura, tomarte por los
hombros, verte a los ojos y decirte: “HIJO TE AMO Y
PORQUE TE AMO NO PUEDO PERMITIR QUE OFENDAS
A NADIE”.
SI LO PERMITO ENTONCES MUCHOS TRATARÁN DE
LASTIMARTE Y NO ENCONTRARÁS EN TU CORAZÓN
LA FORTALEZA PARA EVITARLO Y ES QUE “ MI
FUNCIÓN COMO PADRE NO ES SOLO DARTE LOS
RECURSOS NECESARIOS PARA VIVIR, SINO TAMBIÉN
LA DE ENSEÑARTE A AMAR A LA VIDA”.